martes, 5 de agosto de 2008

Himeji y Hiroshima

Al siguiente dia de Osaka, volvimos a levantarnos a la hora del gallo, bueno en realidad incluso antes. Volvimos a la rutina de la semana del Japan Rail Pass, tren hasta la estacion de tokyo, cojer el shinkansen de las 7:03 dirección Kyoto.
La ciudad de Himeji esta en la misma linia, unas dos o tres estaciones despues de Osaka. Llegamos sobre las 11 de la mañana y despues de buscar un mapa de la ciudad nos dispusimos a ir hacia el más majestuoso de los doce castillos feudales que conserva Japón, los japoneses lo llaman Shirasagi-jo (seeeeeeh los de la guia escriben bien ah que sí?)
Desde bien lejos se divisa el enrome castillo, despues de llegar a sus murallas mas exteriores y pasar por un puente de madera llegamos a una esplanada enorme por donde conseguias entrar definitivamente en las murallas interiores, siempre pasando por caja (la cultura es cara). Despues de unos minutos dando tumbos por sus murallas laberínticas, diseñadas asi para despistar al enemigo, llegamos a la entrada del castillo. Este, se compone de 6 plantas, donde se guardan armas de la época y piezas de museo. En la última planta habia un mini santuario y desde las ventanas se divisaba toda la ciudad de Himeji.
Regresando a la estación, nos paramos en ya nuestra típica comida, un bol de ramen de 500 yenes, el dependiente se despidió con un "Gracias" (llevaba la camiseta del barça, por la cual supuse que sabia de donde eramos).


Después de comer, continuamos nuestro camino hasta la estación y cojimos el shinkansen hasta la ciudad de Hiroshima, famosa por un hecho historico que todos conocemos. Como teniamos mucha prisa fuimos por faena, nos subimos un tranvia hasta la parada que nos dejó al lado del Parque conmemorativo de la Paz.
Solo entrar en el parque vimos el Gembaku Domu, lo único que se conserva de la antigua ciudad de Hiroshima y que se conserva en el estado que quedó. Atravesamos todo el parque hasta llegar al Museo de la Paz, donde por 50 yenes puedes ver la realidad de lo que fue y lo que es esa "famosa" bomba que lanzó cierto pais muy beligerante. El museo no te deja indiferente, es realmente muy duro y te das cuenta por lo que tuvo que pasar esa pobre gente que no tenia nada que ver con la guerra. Aun siendo duro, recomiendo personalmente que visteis el museo.
Después de esta fugaz visita, volvimos corriendo a la estación porque el último shinkansen salia relativamente pronto y teniamos mas de 5 horas de viaje hasta Tokyo.


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